El billar y el 20 N

Mu güenas;

¡Qué dura es la vida del ciudadano de a pie! Si es que, le ponen a uno en unos compromisos que...
El caso es que estos días me he estado acordando de ese fabuloso juego que, como el fútbol, el baloncesto o el golf, se juega usando una bola y un lugar donde tiene que terminar, inexorablemente metida, aunque nuestros adversarios no les haga mucha gracia... Y, si ustedes conocen algo de las normas del billar, jugando a algo tan simple como embocar las lisas o las rayadas, o las pares e impares, o las rojas y amarillas, todos sabemos que la bola negra ha de ser la última que debemos meter, y que si se produce esta fatal casualidad antes de lo deseado, produce fatales consecuencias para este jugador, ya que pierde la partida... por muy bien que le haya estado yendo el resto del juego... Si no la cuelas cuando, y donde debes, ¡hala! Perdiste...
Y es eso... pierdes tú... No ganas. Y tampoco gana tu contrincante. Y ahí es donde quería yo llegar. Porque hay una gran diferencia entre ganar, perder y que tu adversario no gane/pierda. Parece lo mismo, pero no lo es. A mí, al menos, me produce más satisfacción ganar que el hecho de que mi compañero pierda... (que no es lo mismo, repito)
Y todo esto ¿a cuento de qué?
Pues a cuento de que dentro de nada nos toca saltar... votar, elegir a nuestros representantes democráticos en ambas cámaras, para que nos... gobiernen... en los próximos años. Y hace no mucho, un mes o así, oí a un colega, hablando sobre este tema, que lamentablemente, desde hacía ya varios años, las elecciones no se ganaban, sino que se perdían... Y creo que lleva un poco de razón. Y me da un poco de pena que unos se aprovechen del desgaste de los otros, y otros no hagan más que esperar a que caigan los unos, y así no avanzamos, ni progresamos tanto como si todos nos empeñáramos al máximo por el bien común y por que todas nuestras propuestas e ideas sumen y ayuden a la mejora de la situación actual, porque, como decían ayer en el debate (sí, también en Bulgaria lo pudiomos ver) si mejora una Comunidad Autónoma, mejora España... y así, si mejora un país, mejora Europa, y así, si mejora Europa... Vamos, que eso de mirarnos el ombligo está muy bien y barrer para casa y demás, pero a veces hay que abrir un poco más el objetivo, poner un "gran angular" y ver las cosas con un poco de perspectiva.
No me gusta hablar de política, sobre todo viendo lo que hemos vivido estos últimos meses, pero sé que aún hay políticos que creen en el sistema y que realmente están en la política porque quieren mejorar el mundo, algo que puede sonar utópico o demasiado idealista (algo en lo que yo creía cuando pensé en meterme en este mundillo (hecho que al fianl no sucedió, como sabéis)). Esperemos que este espíritu vuelva a planear sobre las urnas y sobre ambas cámaras, por la cuenta que nos trae...
Ánimo a todos, y voten. Al menos, voten... Que muchas personas no pueden disfrutar de este privilegio.
CIAO.