23 de octubre de 2011

El día en el que casi me roban toda la pasta que llevaba encima

Bueno, pues hoy han sido las elecciones en Túnez y en Argentina, y también en Bulgaria, así que mañana no trabajamos en el instituto, donde esta mañana me pasé para admirar cómo una simple aula se convierte en el lugar del ejercicio de la Democracia para gente de todo tipo y condición...
Eso sí, no me he enterado muy bien de cómo va el tema aquí en Bulgaria... Lo que sí que sé es que había en cada sala / mesa electoral, varios vocales y listas, y que la gente hacía fila fuera del aula y que pasaban de uno en uno, esperando a que saliera el votante anterior (así que la cosa se alargaba bastante)... Así pues, entraba el ciudadano, daba su nombre, le daban 3 papeletas (a cual más grande y larga (la mayor tenía hasta 47 opciones distintas... eso sí, no sé cuantas equis tenía que marcar la gente... ni tampoco sé por qué algunos sólo votaban con 2 -y no 3- papeletas)) se introducía en la cabina para, creo, marcar las opciones que más le gustaran, salía, en la mesa le sellaban las papeletas y las introducía en 2 urnas, volvían a mirar las listas y al fin, salía del aula... Eso sí, a veces se simultaneaban votantes entre el primer y segundo control de las listas... los que entraban con los que salían... un pequeño caos democrático :)
En fin... está bien... al menos votan... no sé cómo andará el tema de participación, pero bueno... pueden votar... como en Túnez :)
Por lo demás, decir que este fin de semana (desde el jueves, en que aterrizara a mediodía) he estado en la capi, en Sofía, asistiendo a un Seminario por el 50 aniversario de la Facultad de Filología Hispánica en Sofía, así como a una de las múltiples jornadas de formación que organiza la Consejería de Educación en Bulgaria. En ambos encuentros pude disfrutar y aprender cosas nuevas... A demás, y aprovechando mi presencia en la capital, yo también solicité el voto (para las próximas elecciones generales) por correo para "residentes temporalmente en el extranjero" ya que si me registrara como residente en Bulgaria, por temas de burocracia y papeleo, no daría tiempo a tramitar las cosas y me quedaría sin votar, como es el caso de algunso colegas que llegaron este septiembre pasado y ahora se están preguntando por qué se tuvieron que registrar... En fin... ahora sólo dependo de la "rapidez" (o no) del sistema postal búlgaro... algo que me aterroriza y que, en fin... confío en que llegue..... y si no, pues yo lo intenté... más no puedo hacer... :)

A demás de asistir a seminarios, conferencias, ponencias, obras de teatro (sí, a dos: "La casa de Bernarda Alba", en búlgaro y "El amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín" en español) pues hicimos, como ya viene siendo habitual, (terapia de) grupo con el resto de profesores españoles que se encuentran en el país, "disfrutando/sufriendo" las mismas situaciones/experiencias, pero en distintas ciudades diseminadas a lo largo de la geografía de este magnífico país balcánico. Y en una de esas tardes de asueto, nos encontrábamos en un pub, escuchando música europea, tomando un café (eran las 6 de la tarde... no era cuestión de empezar con las cervezas...) cuando uno de los compañeros me advirtió de que echara un vistazo a las posesiones...
El caso es que cuando llegamos al lugar, estaba medio vacío y habíamos hecho un montón con los abrigos y demás prendas (ya hace "fresco" en Bulgaria (de hecho el jueves ya vi montañas nevadas en mi viaje en avión entre Burgas y Sofía)) así como con mi mochila, ya que volaba de vuelta para Burgas a las 11 de esa misma noche... esa mochila en la que llevaba la ropa que había usado durante el fin de semana largo, así como diversa documentación, el portátil desde el que me conecto y desde el que escribo desde hace un año, y algo de dinero... Al caso... que me levanto para coger mi chaqueta de cuero (herencia familiar) (ya que pensaba salir para comprar unos billetes de bus urbano, para poder usar ese medio de transporte para ir al aeropuerto) y veo, con sorpresa que sobre el banco corrido/sofá donde estaba la montaña de cosas (a la cual se había arrimado un hombre que nadie conocía) tras individuar y recoger mi chaqueta, veo, digo, un cepillo de dientes, y en una décima de segundo me sorprendo aún más, porque veo un tubo de pasta de dientes, y no salgo aún de mi asombro cuando veo, ya, a la par pensando que era demasiada coincidencia que alguien hubiera perdido un cepillo de dientes muy parecido al mio, y ... no! es el mío! una pasta de dientes... mi pasta de dientes... ¡mis gafas! estaba también la funda de mis gafas... Resulta que estaba abierto uno de los bolsillos exteriores de mi mochila (cremallera que no se abre sola... y mucho menos salen solos objetos (si la mochila está quietecita) como un tubo de pasta de dientes, o un cepillo, o una caja/funda de gafas...) En fin, que me habían intentado robar... Primera vez en año y pico... "no me lo podía de creer"... El tipo que estaba allí sentado me dice algo (deduzco que era algo así como "yo no e sío, te lo juro por Snoopy, ellas han venío a mí, porque soy mu majo y me quieren tus cosas más a mi que a ti...") y yo le digo cuatro cosas en búlgaro (las 4 cosas que sé). El caso es que me fui a comprar los billetes y cuando volví al pub, el hombrecillo agradable ya no estaba... ("excusatio non petita, accusatio manifesta" dijeron tiempo ha gentes mucho más listas que nosotros) En fin... lo que decía, primera vez que me ocurre... quizá porque era Sofía, quizá porque era un pub que está justo debajo de un Hostel internacional, quizá porque... qué sé yo... pero no me sentó bien la cosa... eso sí, nada faltaba en mi humilde mochila... ni mi pasta de dientes... :)
Un saludo y hasta pronto!

CIAO.

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